Cartílago de Tiburón

¿Qué es el cartílago de tiburón?

El cartílago de tiburón es una parte del esqueleto de este animal marino y constituye un 6 u 8 por ciento de su peso total y es especial porque no está calcificado como el de los hombres u otros animales, lo que les hace tener un peso ligero y la capacidad de moverse y doblarse más rápidamente que otros animales marinos. Por ello, y por sus fauces, es uno de los más temidos depredadores del mar.

Esta sustancia natural forma parte de diferentes complementos alimenticios porque posee un rico contenido en glicosaminoglicanos como son las proteínas, las  cuales cubren hasta el 40% de su composición, los carbohidratos complejos, el fósforo, el colágeno, el sulfato de condroitrina y el calcio, esenciales para la salud general del organismo y la de huesos y músculos. Los glicosaminoglicanos son un tipo de biomolécula funcional y estructura que se encarga de mejorar la salud de los tejidos conectivos, epiteliales y óseos que se ven afectados por la pérdida natural de densidad y nutrientes necesarios para su estado óptimo.

Por ello, el cartílago de tiburón es el aliado de deportistas de alto rendimiento que sufren desgaste en articulaciones y músculos, así como de las personas mayores que se ven afectados por enfermedades que atacan el sistema musculo-esquelético o por otros problemas causados por el envejecimiento cronológico.

¿Cómo ayuda el cartílago de tiburón a la salud?

El cartílago de tiburón ayuda en mayor o menor medida en la prevención de diferentes problemas de salud o como ayudante en la curación de afecciones con distinta raíz. A continuación, describimos en qué casos ayuda a la salud general del cuerpo.

En primer lugar, es esencial para deportistas, porque funciona como lubricador articular al mejorar la producción del líquido sinovial que forma parte de las articulaciones y, por ello, previene inflamaciones y dolores derivadas de la realización de ejercicio físico.

En segundo lugar, para personas vulnerables a padecer cáncer, puede funcionar junto con los hábitos adecuados y las revisiones periódicas, como un complemento preventivo al contribuir en el desarrollo de células que protegen los tejidos sanos y frenar el desarrollo de las células cancerígenas, por lo que está presente en tratamientos específicos para este.

En tercer lugar, consigue disminuir y reducir la ocurrencia de  brotes de psoriasis al normalizar el crecimiento de los capilares y evitar su ampliación excesiva. Por último, cuenta con la capacidad de reforzar el sistema inmunológico por su aporte en calcio y proteínas que fortalecen los huesos y es útil en el tratamiento de afecciones óseas, ya sean graves o degenerativas, así como actúan fortaleciendo las defensas contra el ataque de los virus.