El jabón de Alepo está compuesto por Laurel y aceite de oliva.
La delicada dulzura del olivo y la fuerza de gran perfume del laurel, se han unido para dar vida al Jabón de Alepo, con propiedades extraordinarias.
Está indicado para todo tipo de problemas en la piel.
Es un jabón de larga duración y genera una espuma cremosa y densa.
Es un antepasado del jabón de Marsella.
Creado por los moradores de la antigua Mesopotamia, más concretamente en la ciudad de Alepo, al norte de Siria.
Por su largo proceso de elaboración y su rareza, siempre fue reservado a los ricos, que lo utilizaban en la limpieza del cuerpo y el cabello.
El aceite de oliva es cocinado a fuego muy lento durante varias jornadas, según un viejo proceso de saponificación, y ya al terminar la cocción se le añade el aceite esencial de laurel para perfumarlo y enriquecerlo.
Tras enfriarse, llega el momento de cortar en trozos, después se pone a secar y a madurar durante un largo periodo.